Dijes bruja de plata


Medalla bruja grabada

$66.900

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Colgante bruja en plata

Hermosa medalla bruja grabada. Tamaño mediano de 3.1CM de alto sin medir el pasante de la cadena. Fabricado a mano en plata cuidando todos los detalles de una buena joya.

El trabajo no incluye cadena que se aprecia en la foto de manera ilustrativa. Podes consultar disponibilidad de una cadena enchapada en plata de regalo o visitar la sección de cadenas en plata y elegir una para sumar a su carrito compras.

 

Las Brujas

Vinculadas al imaginario pagano, han sido interpretadas como encarnación del mal, tejedoras de tramas ocultas o siervas del demonio, y como tales perseguidas.
Sin embargo, la antropología ha arrojado luz sobre los hechos de que la brujería no es otra cosa que una de las numerosas formas de persistencia de cultos precristianos, y particularmente de creencias celtas.
Si observamos a las brujas, veremos que poseen todos los elementos de la sabiduría típica, por ejemplo, de los druidas. Se las acusa de desencadenar tempestades y de invocar a la furia de los elementos naturales, de comunicarse con divinidades ocultas y de fabricar filtros prodigiosos (capaces de curar o de matar).
De naturaleza misteriosa, las denominadas “Vírgenes negras”, cuyo culto se difundió en la Europa cristiana ocupada por los celtas, pueden ser vinculadas con el aspecto “femenino” (lunar) y sus imágenes se situaban en cuevas subterráneas, cerca de manantiales o de pequeñas superficies de agua.
Estás “Vírgenes negras” eran una representación de la Madre Tierra, protectora y creadora, su culto estaba relacionado con la fertilidad y las cosechas, la buena salud del ganado y los niños recién nacidos. Druidas y sacerdotisas eran los mediadores entre las peticiones de aquellos que necesitaban de su ayuda y la deidad, eran los encargados de preparar los rituales y de hacer llegar los consejos de la Diosa.
Estas creencias estaban muy arraigadas en el pueblo, de tal forma que el cristianismo no pudo eliminarlas, pero sí transformarlas. Con la llegada del cristianismo y posteriormente, la difusión de sus creencias monoteístas patriarcales, las “Vírgenes negras” asumieron las connotaciones de la Virgen María y se la situó en criptas, pero siempre acompañadas por un niño en su regazo en representación del dios, los mediadores entre el pueblo y la Virgen pasó a ser la Iglesia, quien controlaba todo aquello que les parecía bueno o malo.
Cualquier otra persona, ya fuera hombre o mujer, que siguiera rindiendo culto a la Madre Tierra como benefactora, era tachada de practicar cultos demoníacos y ser un siervo del maligno. En la Edad Media, las mujeres depositarias de la antigua sabiduría, sanadoras y curanderas, que aliviaban las penas morales y físicas del pueblo, fueron vista bajo un prisma injusto y consideradas brujas maléficas, mujeres pérfidas y malvadas, cómplices, súcubos y amantes de Satán, capaces de cualquier infamia o delito.